Cuando
termina un maratón, es frecuente leer valoraciones de cada maratoniano respecto
a si ha conseguido o no mejorar su marca personal, o el objetivo en horas y
minutos propuesto. Algunos se quejan amargamente de que ha sido un esfuerzo, si
no en vano, mal recompensado, ya que atienden tan sólo a la frialdad del número
que marca su tiempo de llegada en meta. Pero yo siempre he creído que, al
margen de si se obtiene o no la marca perseguida, un maratón siempre te muestra algo sobre ti mismo que no conocías. Lo
único que has de plantearte antes de ponerte en la línea de salida, es si estás
dispuesto a descubrirlo.
¿Qué
puede descubrirse de uno mismo participando en un maratón?
1. Valorarás hasta qué punto puedes
llevar a cabo un compromiso personal: si no has participado nunca en uno, el mero
hecho de proponértelo, de ejecutar un plan de entrenamiento que te va a llevar
hasta el límite de tus posibilidades a nivel físico y mental, supone un nivel
adhesión a lo que te has marcado como un reto personal que no está al alcance
de muchos.
2. Descubrirás si puedes planificarte
eficazmente: no
me refiero sólo al aspecto deportivo, ya que probablemente un experto o un
atleta de tu entorno, te ha marcado cómo has de entrenar. Durante muchos meses,
tu agenda va a incluir un acontecimiento que supone consumir mucho tiempo de tu
vida personal. Acomodarlo de manera que
el resto de lo que hacías no se vea afectado es una tarea difícil y exigente.
3. Evaluará tu resistencia al estrés: El esfuerzo físico y mental
que supone el entrenamiento, con las cargas de kilómetros que supone en los
meses cruciales, añadido a lo que ya de por sí puede ser de estresante tu
trabajo o cuidado de los tuyos, es un bagaje que te acompañará de por vida. Al
terminarlo, y siempre que emprendas un nuevo reto, en tu mente resonará “a fin
de cuentas, yo he sido capaz de correr un maratón”
4. Descubrirás tu nivel de
resiliencia: La
resiliencia es una habilidad psicológica que permite adaptarse y afrontar
flexiblemente circunstancias que se consideran estresantes. Durante el
entrenamiento del maratón te darás cuenta de que tendrás que cambiar tus
planes, asimilar el cansancio y los dolores con entereza, aprender a gestionar
la frustración cuando las cosas no salen como tenías previsto, y aprovechar los
errores para aprender de ellos.
5. Sabrás hasta dónde puede llegar
tu capacidad de sufrimiento: todos los que terminan su primer maratón destacan que antes de salir
dudaron en algún momento, a pesar de estar bien entrenados, de si estaban
capacitados para correr los 42 km. ¿Por qué? Porque se trata de una carrera en
que no sólo te pones a prueba físicamente, sino también evalúa tu entereza y fortaleza
mental. Cuando terminan, muchos maratonianos estarán más satisfechos de haber
sido capaces de superar el sufrimiento de los kilómetros críticos (los temibles
treinta y pico) que del esfuerzo físico en sí mismo.
6. Comprobarás si eres capaz de
vencer a tus pensamientos negativos: Los pensamientos negativos no sólo aparecen
en la carrera, sino que en el entrenamiento ya te habrán dejado su tarjeta de
visita. Pero el plan del maratón irá forjando tu mente para hacerla cada día
más impermeable a las ideas derrotistas. Irás confiando más y más en que podrás
hacer, con entrenamiento, tiradas más largas y a un ritmo más rápido del que
nunca pensabas que podrías conseguir.
7. Evaluarás tu nueva capacidad de
superación:
ligado a lo anterior, un buen plan de entrenamiento te llevará a ir avanzando
paso a paso para conseguir tu objetivo, correr una carrera de una distancia que
nunca antes habías soñado con intentar. La mayoría de los corredores populares
afrontan el maratón después de haber ensayado con carreras populares, gran
fondo, media maratón, carreras de montaña… el maratón es el siguiente peldaño
lógico en esa escalera de superación.
8. Es un test de tu control de la
impulsividad:
en el maratón es donde es crucial, más que en ninguna otra carrera, el
controlar el ritmo de carrera, al margen de las sensaciones o bienestar que
experimente el corredor en la salida. Aquellos que no llegan a entenderlo, lo
aprenderán cuando se estrellen contra el temido “muro del maratoniano” (por
depleción temprana de las reservas de glucógeno) en la segunda mitad de la
carrera. Y te aseguro que será una lección que, aunque con dolor, la tendrás
bien aprendida.
9. Descubrirás una nueva identidad
social: un
corredor que ha completado una carrera de maratón recibe un estatus y
admiración que antes no tenía, no sólo por parte de su familia. Por ejemplo,
los “finishers” de la maratón de Nueva York son recibidos con aplausos cuando
entran en cualquier cafetería de la ciudad con su medalla al cuello. Un amigo
me contó que, el lunes después de correr el maratón de Valencia, sus compañeros
de trabajo le recibieron con una ruidosa ovación.
10. Estrenarás un autoconcepto
físico y mental renovado: A partir de ese momento, los nuevos
maratonianos descubren que se sienten más capaces de afrontar nuevos retos, no
de índole exclusivamente deportiva, sino también a nivel personal y
profesional, gracias a ese plus de confianza en sí mismos que les ha aportado
la experiencia de correr una prueba tan exigente.
11. Verás que tu autoestima también
se fortalece:
La percepción de que eres un ser humano valioso y digno de recibir sentimientos
positivos por parte de los demás es algo que también se verá mejor cimentado
desde el día en que cruzaste la meta en el kilómetro 42,195 superando todo tipo
de dificultades, no sólo en carrera, sino desde el momento en que la idea de
correr un maratón pasó por primera vez fugazmente por tu cabeza. A algunos maratonianos, esos pensamientos se
les agolpan atropelladamente en su mente en la recta final de meta, dejándoles
con una gran sonrisa de satisfacción, a otros con muecas que mezclan
sufrimiento y gratitud, y a algunos más unas cuantas lágrimas de pura felicidad.
Pero en todos ellos podrás
descubrir, a partir de ese día, y una vez repuestos del agotamiento, la mirada que refleja esa comprensión añadida
que han adquirido durante el entrenamiento de la carrera de maratón. Porque en
ese momento, muchos descubren que no ha sido sólo un reto físico, sino un
proceso de aprendizaje sobre sí mismos, que es precisamente de lo habla este
artículo.